jueves, 1 de mayo de 2008

Costumbres...

Estoy ligeramente estancada. Y después de un tiempo me doy cuenta...

Antes, entre mis aficiones figuraba el dibujar o escribir en una libretilla de doscientas y pico páginas que ahora descansa sobre mi regazo. En ella solía copiar frases o textos que me llamaban la atención. En ocasiones mezclaba algunos de mi propia cosecha sin identificarlos ni poner mi nombre. Hijos desconocidos. 'Los inombrables', los llamaba, porque solo eran fotografías de mi pensamiento en un momento determinado de mi existencia. Recuerdo que también solía perderme por mi ciudad en solitario, sin nadie a quien seguir ni que acompañar, y me recorría mis librerías favoritas o entraba a la catedral. Muchos de mis lugares favoritos derivan de esas largas caminatas hacia ningún lugar. Pies de plomo en asfalto seco. Para mi era algo tan habitual que nada de lo que hacía, ni mis gestos, ni mi sonrisa, me resultaba raro.

Ahora me he malacostumbrado. Y tal vez debería volver a mis viejos hábitos de dibujo, lectura y paseo. Volver a acostumbrarme a las miradas distraidas de los viandantes y las campanadas de relog a las ocho. De mis zancadas ligeras y brazos sueltos, dejando el estrés para alguna función teatral ficticia en la profundidad de mi mente. Todavía leo muchos de mis escritos y me sorprende que eso haya salido de mí. ¿Realmente eso es mío? ¿O es solo un brote de delirio temporal provocado por algun día atareado o una noche sin pegar ojo? Sinceramente, prefiero pensar en lo primero... Creo que ya va siendo hora de que me sienta realmente orgullosa de algo mío. Una vez al año no hace daño...


"Somos otro mundo sumido en algodón, perdido en la suela de nuestros zapatos, entre gatos de escayola y espejitos mudos..."

"Yo acepto mis miedos y vivo con mis fantasmas. Sé que si están aquí es porque esto es un palacio y no un gallinero"

Y el viento se lo lleva...